Desde hace unos pocos meses/semanas la juventud organizada europea se está movilizando con el fin de exigir a los responsables políticos que frenen (de verdad) el cambio climático. Con propuestas tan claras como la de declaración de Estado de Emergencia Climática. Este movimiento, que ha convocado una huelga internacional estudiantil para el 15 de marzo, se ha extendido también recientemente por España y constituye un soplo de esperanza en estos tiempos en que, especialmente en nuestro país, las cuestiones de sostenibilidad están supeditadas permanentemente en un segundo plano a otras dimensiones que son percibidas por una gran parte de la sociedad como más importantes (modelo territorial de Estado, Venezuela, fútbol, etc.).
Compartimos con vosotrxs una carta de apoyo en relación a las movilizaciones juveniles frente al Cambio Climático, animando a a las personas del mundo académico, investigador y educativo que apoyen esta causa mediante su adhesión a través de su firma en apoyo a la misma.
CARTA DE APOYO
Estimado/a colega:
Las personas del mundo académico, investigador y educativo abajo firmantes nos solidarizamos con la infancia y la juventud movilizada por una acción decidida y eficaz frente al Cambio Climático y con quienes se pronuncian por el futuro de la vida en el planeta. Siguiendo los pasos de nuestros colegas británicos, promovemos la firma de este manifiesto y te rogamos su difusión entre tus redes investigadoras y educadoras.
«Una Ola de esperanza, en forma de movilizaciones estudiantiles, está sacudiendo Europa de arriba a abajo. Greta Thumberg, la joven estudiante sueca está dando nombre a una generación que, contra todo pronóstico, está saliendo de las aulas para decir con ella: “Se nos está acabando el tiempo y os habéis quedado sin excusas”. Los estudiantes harán huelga y se manifestarán exigiendo la declaración del Estado de Emergencia Climática y una campaña para educar a la sociedad sobre la gravedad del Cambio Climático en curso y sobre las medidas urgentes que es preciso emprender.
Es una sacudida a la conciencia de las generaciones adultas, particularmente las que llevan las riendas de los gobiernos, pero también al conjunto de la sociedad que les ha dado la responsabilidad de gobernar sin pedirles que tomen medidas decisivas para frenar la crisis climática y el resto de las crisis socio-ecológicas que amenazan el futuro. Pertenecemos al mundo científico y educativo y nos sentimos igualmente impotentes al comprobar que la llamada Sociedad del Conocimiento se limita a mirar hacia la academia y los centros de enseñanza en busca de saberes instrumentales y útiles para seguir haciendo negocios como siempre, incrementando la competitividad, mientras da la espalda al conocimiento científico que acumula evidencias de que la civilización y la vida se acerca rápidamente hacia el colapso, precisamente por seguir haciendo los negocios como siempre. Desde las universidades estamos elaborando propuestas para avanzar hacia una nueva cultura económica orientada al bien común, una nueva cultura del agua, de la energía, agroalimentaria, de la movilidad, de la salud, de la ordenación del territorio y las ciudades, de la igualdad y de los derechos. Estamos trabajando proponiendo nuevos modelos educativos y comunicativos que nos permitan comprender y actuar con más responsabilidad ante los graves retos del futuro. Hablamos de estos temas en las aulas con nuestros estudiantes y lideramos proyectos de investigación, pero nos damos cuenta de que no es suficiente: el mundo de los grandes negocios y el mundo de la política, nos lleva directos al colapso climático, alimentario, energético, de acceso al agua potable, poblacional y migratorio, a la gran extinción de especies. No paramos de acumular evidencias científicas y no sabemos ya cómo decirlo para que la voz del conocimiento llegue a la sociedad y reaccione antes de que ya sea demasiado tarde.
Desde los centros de investigación, estamos dando respuesta a lo que reclaman los científicos del panel de Cambio Climático de la ONU en el informe que se debía haber aprobado en la Cumbre Mundial del Clima de 2018, en Katowice (Polonia) y que encontró la oposición de los países liderados por Trump:
“Contamos con los recursos y el tiempo suficiente para evitar que el calentamiento global supere 1,5ºC, pero se necesita un esfuerzo sin precedentes. Si no recortamos tajantemente las emisiones industriales y de transporte, la temperatura global ascenderá a 1,5ºC en algún momento entre 2030 y 2052. Se necesitarían cambios de gran alcance y sin precedentes en cuestión de energía, industria, transporte, agricultura, ciudades y edificios. Llegar a reducir alrededor de un 45% las emisiones globales de CO2 de origen humano en 2030, respecto a los niveles de 2010, y lograr el cero neto en 2050”.
Nuestra juventud ve truncado su futuro por falta de empleo, precariedad laboral y precio inasequible de la vivienda. Son graves problemas que dieron lugar al movimiento conocido como Juventud Sin Futuro. Nuestros hijos e hijas son migrantes en busca de trabajo y proyecto vital, porque en nuestra tierra las políticas de los adultos gobernantes han preferido sacrificar su futuro para alargar las oportunidades de ganancia de una minoría. Ahora empiezan a darse cuenta de que les estamos robando algo más importante y difícil de afrontar. Su generación no tendrá oportunidad de contener el Cambio Climático dentro de unos límites no catastróficos: es tarea a resolver ahora o nunca.
Como miembros de la comunidad científica y educativa, desde nuestro compromiso social por la justicia social y climática, apoyamos el movimiento emprendido por la gente joven y les decimos que nos tienen a su lado. Son nuestra esperanza».
Promueven:
Dr. Esteban de Manuel Jerez, Profesor del Máster de Ciudad y Arquitectura Sostenible, director de la revista Hábitat y Sociedad, (US)
Victoria Quintero Morón, Profesora, Departamento de Antropología Social (UPO), Miembro de la Red de Antropología Ambiental
Dr. Valeriano Ruiz Hernández, Catedrático de termodinámica, Ex presidente del Instituto Andaluz de Energías Renovables y de Protermosolar
Dra. Lina Gavira Álvarez, Departamento de Sociología, ex miembro del Comité Andaluz para la Sociedad del Conocimiento (US)
Leandro del Moral Ituarte, catedrático de la Universidad de Sevilla, departamento de Geografía Humana
Dra. Itziar Aguirre Jiménez, Profesora de Agricultura Ecológica (US)
Dr. Ricardo Marques Sillero, catedrático de electromagnetismo y experto en movilidad sostenible (US)
Dra. Carmen Rodríguez Morilla, profesora de Economía Aplicada, Economía del Bien Común, Universidad de Sevilla
Dr. Francisco F. García Pérez, Catedrático de Didáctica de las Ciencias Sociales (US)
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Un cordial saludo