En el código de Hammurabi (1760 a. de C., ley 48) pone:
“Si un hombre ha estado sujeto a una obligación que conlleva intereses y si la tormenta ha inundado su campo y arrebatado su cosecha, o si, carente de agua, el trigo no creció en el campo, este año no dará trigo al acreedor, sumergirá en agua su campo y no dará el interés de este año”.
Hoy pagamos los intereses con dinero así que lo podríamos leer así:
“Si una familia está sujeta a un hipoteca y una crisis económica externa a ella deja a sus miembros en el paro, ésta familia recibirá las ayudas necesarias para recuperar el empleo y no pagará la hipoteca ese año”.
Casi cuatro milenios después el progreso neoliberal nos ha llevado a:
“Si una familia está sujeta a una hipoteca y una crisis económica ha dejado a sus miembros en el paro, “que se jodan”, ésta familia perderá su casa, seguirá debiendo la hipoteca y los que produjeron la crisis serán recompensados”.
Carlos de Castro Carranza
¿Para esto sirve el Grupo de Energía y Dinámica de Sistemas de la Universidad de Valladolid? ¿Para lanzar consignas políticas? En fin…
¿Mejor amordazar a los científicos, verdad?
Es inevitable que de lo que hablamos tenga implicaciones en la política y la sociedad. Es más, el blog existe porque queremos denunciar una realidad dura e injusta que hemos aprendido no solo por nuestros estudios académicos. Por definición el blog es político.
¿Lo que se señala en el texto en rojo no es una situación real de España? ¿Y no son unas determinadas políticas las que han conducido a esa situación? ¿Y no son las políticas las que intervienen en cualquier cuestión que queramos modelar en dinámica de sistemas (promoción de renovables versus fósiles, minimizar el cambio climático o lo contrario, etc.)?
Es precisamente el sistema politico-económico mundial dominante (capitalismo neoliberal) el que explica en buena medida la situación del mundo (¿cómo iba a ser de otra forma?).
En fin, eso, en fin…
Carlos de Castro
Claro, Luis Miguel: la política para los políticos, la ciencia para los científicos, la economía para los economistas y la naturaleza para los ecologistas. Así nos va: los políticos no saben nada de ciencia, los científicos no hablan con los economistas, los economistas no saben que la naturaleza tiene leyes físicas, etc. Qué falta nos hacer unir todo, como denunciaba Bertalanfy, el padre de la teoría general de sistemas.
Marga M.