«Si pudiera persuadirte de sólo una cosa, elegiría la siguiente: el mundo es pequeño y frágil, y la humanidad es enorme, peligrosa y poderosa. Ésta es una total inversión de la perspectiva bíblica sobre la humanidad, y de la lógica que hemos aplicado como especie desde nuestra presencia en la Tierra. Pero ésta es la perspectiva que necesitamos tomar si queremos estar seguros de que la sostenibilidad emerja o, al menos, que el mundo que conocemos sobreviva un par de siglos más.»
Con estas palabras abre Jorgen Randers un artículo que presenta los resultados principales del estudio “2052: Un pronóstico global para los próximos cuarenta años” (2052: A global forecast for the next forty years) del Club de Roma. Para realizar este impresionante estudio, que bate todos los récords de horizontes de predicción temporal usuales, ha utilizado la misma herramienta que viene utilizando desde los años 70 como co-autor de los sucesivos informes sobre “Los Límites del Crecimiento” [Meadows et al,. 1972, 1992, 2004]: la dinámica de sistemas. Publicado en 2012, este estudio parece haber pasado relativamente inadvertido en nuestro país y en la blogosfera en español en general. Es importante subrayar la diferencia entre el ejercicio realizado entre este estudio (predicción-forecast) frente al análisis de escenarios de los anteriores trabajos (por cierto que estos estudios atraviesan una auténtica fase de “recuperación en la Academia”, tras un debate incompleto y sesgado políticamente en el pasado como nos cuenta Jorge Riechmann en su blog).
La idea principal que pretende transmitirnos Randers se puede ilustrar de forma intuitiva y directa:
Y por último mi preferida:
Los impactos producidos por nuestro actual modelo de desarrollo se pueden explicar así mismo mediante pormenorizados estudios científicos, como por ejemplo los muy interesantes realizados por [Röckstrom et al., 2009]:
Forzosamente, la consideración de un «mundo lleno» (full world, en palabras de [Daly 2005]) trastoca las leyes (dominantes) de la ciencia socio-económica moderna que están basadas en el paradigma del «mundo vacío» y son sólo válidas, por lo tanto, en ese contexto. En ciencia es fundamental la escala; magnitudes que son despreciables cuando son muy pequeñas se vuelven fundamentales al crecer en relación al resto.
Involuntariamente esta situación me recuerda a la irrupción de la ley de la relatividad en la física moderna (con los cambios que ésta ha supuesto posteriormente), y a una ecuación en particular: la de la velocidad relativa entre 2 cuerpos. Según la física clásica, la velocidad relativa (u) entre dos cuerpos que circulan a velocidades respectivas v y w sería simplemente u = v +w (nos ahorramos los vectores). Es decir, dos coches que circulan a 50 km/h en sentido contrario «verían» que el otro se desplaza a 100 km/h.
Sin embargo, esta ecuación deja de ser válida cuando la velocidad de esos cuerpos se acerca a la de la velocidad de la luz (c). Es decir, que la relación de escalas cambia, y la ecuación correcta (la anterior era por tanto sólo una aproximación cuando vw << c^2) es:
(para aquellos que quieran repasar la física de Bachillerato en wikipedia lo tienen con más detalle)
En los sistemas socio-económicos, esto equivale a «recuperar» el factor tierra, entendido en su sentido amplio como recurso (energía, materiales, agua, suelos, etc.), que desapareció de las ecuaciones hace unos 200 años [Naredo 2010]. Una vez recuperada la noción de límite, el siguiente paso es convenir en que los diferentes límites ([Rockström et al, 2009] identifica hasta 9, entre ellos el cambio climático pero también la pérdida de biodiversidad, la alteración de otros ciclos como el del nitrógeno o el fósforo, la acidificación del océano, etc.) están estrechamente relacionados entre sí, y que el actuar aisladamente sobre uno tan sólo precipita la llegada de otro un poco más tarde.
Así, para intervenir (con éxito) en sistemas complejos se debe actuar de forma sistémica. Este es uno de los pilares de los estudios del Club de Roma; y cuya aplicación hace concluir a Randers en 2052 que, asumiendo que el actual sistema siga funcionando guiado por las mismas dinámicas (que él sintetiza en 2: cortoplazismo de las políticas y retraso en la toma de decisiones), nos dirigimos a un escenario de tipo overshoot&collapse (sobrepaso y colapso) provocado pricipalmente por nuestra incapacidad de mitigar el cambio climático en una escala suficiente (esto es un escenario tipo 2 de colapso por contaminación de [Meadows et al,. 1972, 1992, 2004]).
Todos estas caracterísitcas están integradas en el report 2052, cuyos interesantes y sugerentes hipótesis, resultados e implicaciones esperamos analizar en otro post (para aquellos impacientes, abajo en la sección de referencias hay documentación en inglés y castellano).
>> Leer la 2ª parte del post: «‘2052’: integrando límites en un «mundo lleno» (2)»
Iñigo Capellán Pérez
Referencias
[Daly 2005] Daly, Herman E. “Economics In A Full World.” Scientific American 293, no. 3 (2005): 100–107. doi:10.1038/scientificamerican0905-100.
[Naredo 2010] Naredo Pérez, José Manuel. Raíces Económicas Del Deterioro Ecológico Y Social: Más Allá de Los Dogmas. Segunda edición corregida y aumentada. La primera edición es de 2006. Siglo XXI de España Editores, S.A., 2010.
[Randers 2012] Randers, Jorgan. 2052: A Global Forecast for the next Forty Years. Chelsea Green Publishing Company, 2012.
- web en castellano del Club de Roma,
- presentación oficial en inglés,
- artículo resumen (también en inglés)
Casualidades de la vida, esta mañana andaba yo leyendo los mismos temas. He encontrado «la web» del informe: http://www.2052.info/. Saludos. Martintxo.
Gail Tverberg es muy crítica con este informe. Destaca que no se ha seguido en absoluto la misma metodología que el el informe de Meadows et al y supone sustitución infinita entre combustibles fósiles: http://ourfiniteworld.com/2014/02/06/limits-to-growth-at-our-doorstep-but-not-recognized/
Hola Ferran;
Estoy básicamente de acuerdo con lo que comenta Tverberg (ver por ejemplo este post). La diferencia es que el modelado del oil y de la interacción entre diferentes recursos energéticos y la parte financiera es compleja, y Randers no se ha querido meter ahí. Él mismo menciona que este modelado es optimista:
«it looks as if the shift is going to be fast enough to avoid the type of shocks that might derail the whole system. But once again, this ‘optimistic’ forecast is a consequence of the slow global growth I expect in GDP over the next 40 years.» [referencia]
Es decir, el crecimiento del GDP que asume Randers es mucho menor que lo que suele ser el BAU, llegando incluso a estabilizarse en 2050, lo que ayuda a reducir las demandas energéticas y las tensiones por ese lado.
un saludo,
Iñigo