Uno de los hechos que muestran más claramente que la crisis energética es real y son falsos los argumentos adormecedores del tipo «queda todavía mucho petróleo pero no lo explotan para especular», «los agoreros se equivocan» o «ya inventarán algo», son los proyectos de extracción de petróleo y gas no convencional por métodos de fractura hidráulica.
Este tipo de tecnologías poseen importantes impactos ambientales, pero no son novedosas , si no se han empleado hasta la fecha ha sido porque se disponía de recursos más fáciles de extraer y si las empresas están mostrando interés por ellas en estos momentos es porque saben que tanto el petróleo como el gas natural seguirán aumentando su precio en las próximas décadas.
El «fracking» está llegando a España y son muchas las voces que se le están oponiendo. En esta semana se ha oído la de un colectivo de 50 profesores universitarios expertos en geología que se oponen a la fractura hidráulica en Castellón.
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Resulta increíble que en una zona tan árida como Castellón alguien pueda plantearse una explotación que pueda afectar de alguna manera a un recurso tan escaso y vital como el agua. A pesar de la escasez energética y a pesar de la importancia que el gas natural va a tener en un futuro no tan lejano, debemos ser muy conscientes de que los recursos más importantes para los seres humanos no son los combustibles fósiles, sino aquellos que realmente cubren las necesidades más básicas: las tierras fértiles y el agua.
Más información sobre fractura hidráulica
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Marga Mediavilla