Más hornos de papel y barro

Estructura de caja de cartón

Al intentar que mis amigos africanos hicieran hornos de papel y barro en Burkina Faso una de las dificultades que tuvieron fue que la estructura de listones de madera resultaba demasiado cara. Los tirafondos, las visagras, los listones de madera…todas esas cosas cuestan demasiado. Por ello pensé hacer la estructura enteramente de papel maché. En realidad el papel maché por sí solo es capaz de sujetar el cristal y aportar suficiente firmeza, pero adopta la forma del lugar donde  se seca, por eso necesita algo  donde secar correctamente.

En este horno usé una caja de cartón para la estructura y fui añadiendo papel maché y adobe de papel para darle firmeza. Después hice una puerta de cartón y papel maché con una visagra de tela encolada. La visagra funcionó muy bien, la puerta acaba perdiendo la estanqueidad porque el papel maché cambia de forma, es aconsejable hacer las puertas de madera bien cortada para que las superficies sean lisas y encajen bien la una con la otra sin dejar huecos por donde se escapa el aire y baja enormemente la temperatura del interior.

Le añadí el «abrigo» de capas sucesivas de papel maché pero no usé papel de aluminio para evitar las pérdidas por radiación (pensé que no es un material muy habitual en el África rural). El cristal que usé fue reciclado de una ventaja vieja y lo corté yo misma con un cortador de vidrios (una sencilla herramienta que se vende en las ferreterías). No es nada sencillo cortar vidrios de esta forma, muchas veces se rompen.

No tengo fotos del proceso porque las perdí, pero su construcción es similar a la del horno que se describe a continuación.

Estructura de palos y cuerdas

El último horno que he hecho está basado en una estructura hecha de palos (que corté de un peral, intentando buscar los trozos más rectos) y de tallos de enea (fácil de encontrar en los arroyos). Los palos los trabajé un poco con un cuchillo para hacer la estructura acoplando unos palos con otros y atándolos con cuerdas. La enea es especialmente fácil de trabajar cuando está verde y es muy recta, pero no es tan firme como la madera. La usé en zonas  accesorias y en en marco de la puerta, donde se agradece mucho que las superficies sean rectas.

En la estructura usé cuerdas y palos y unos pocos clavos en algunas de las uniones principales (que no conseguía fijar de otra forma). Tuve que tener especial cuidado en que las patas estuvieran rectas y al final la verdad es que no lo conseguí. Al añadir las cuerdas entrelazadas la estructura quedó bastante firme, pero no recta. De todas formas cuando se trabaja con papel maché no es necesario que las cosas salgan rectas, el papel se adapta a todas las formas que le pongas.

Esta cocina la he hecho alargada (para adaptarme a la forma de los cristales que tenía) y con dos cristales. Pensé que es mucho más sencillo hacer una estructura en forma rectangular que en forma triangular y además las formas triangulares como la cocina 30-60 son muy buenas para atrapar la radiación, pero se desaprovecha mucho espacio interno del horno y resultan muy aparatosas.

El fran problema de esta estructura está en encajar un cristal con otro. La verdad es que no he encontrado una solución buena para ello, quizá poniendo un listón de madera recta y encajando ambos cristales con un surco se podría hacer sin robar mucho espacio de luz al horno. Haciéndolo con un listón no muy recto y no demasido bien encajados se creaba una sombra muy grande dentrodel horno y eso le restaba mucha temperatura (en la foto está sin él).

Una cosa buena que sí tiene este horno es que es muy manejable. Es muy sencillo de llevar, es ligero y una sola persona lo puede mover muy fácilmente. Dejé algunos palos de la estructura  largos para poder moverlo, de esa forma se puede agarrar de la estrucutra sin tocar la parte más frágil que es el «abrigo» de papel.

La pinté con barro oscuro, intentando no usar pinturas comerciales porque todas tienen colas y disolventes. El barro lo conseguí en un alfarero que me dijo que estaba teñido con mineral de manganeso. Es un mineral muy habitual en alfarería para tintar barrios e imagino que es conocido también en África. Este horno todavía tiene muchas cosas que mejorar. De momento usé un trozo de metacrilato que pegué al cristal a base de calentarlo para cerrarlo, pero no me gusta porque se reblandece con el calor del horno. En estos momentos sólo lo uso para calentar agua, pero he aprendido otro buen montón de cosas útiles en el proceso.

 

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